miércoles, 7 de septiembre de 2011

Memorias de los sinpiso

Mientras nos comemos un crêpe de nutella, o un kebab, o un cubo de pollo en el Kentucky (la alimentación parisina), Clarilla y yo pensamos en que algún día nos reiremos de todo esto. Queridos amigos que queráis un piso en París... no lo queráis. En serio. No lo queráis. Hay muchos motivos por los que no querer un piso en París: agencias, honorarios, PAP, Cautions bancaires, recibos de todo lo que hayáis hecho en vuestra vida, états de lieu, avales franceses inexistentes, dossieres con fotos de vuestro primer cumpleaños, alquileres astronómicos, llamadas, visitas, estafas... todo vale en la ciudad de la luz para conseguir la llave - ¡oh, la llave! ¿existirá realmente la llave? - conseguir un piso en París es como pasarse el Super Mario Bross con sólo una vida.

Así que, aquí estoy, acogida en casa de Javi. Comiendo crêpes, kebabs y kentucky. El otro día incluso me comí una ensalada en el Mc Donalds. Y lo peor de todo es que he aprovechado este buen momento de mi vida, sin apenas estrés y con tiempo libre de sobra, para engancharme a Lost, así que mientras lleno papeles de cosas y voy de un sitio a otro sólo deseo tumbarme en la cama y ver capítulos infinitos...

La parte buena de todo esto, es que entre paseo y paseo, me pierdo por París y descubro algunas calles bonitas con gente feliz bebiendo pintas en las terrazas y pienso que algún día yo seré de esa gente conpiso.
Belle rêve.

He de irme a ver Lost. Es de vital importancia. No hagamos esta despedida más trágica. Retransmitiendo desde Mairie de Clichy, bissous pour tous y más para mi frenchi que mañana tiene un examen importantísimo que va a bordar.
Os quiero mucho a todos, blablabla, lagrimita y pañuelito blanco.

Clarasinpiso.

1 comentario:

  1. Oh! Nuevo blog! Me encanta leer las (des) a-venturas de Clarasinpiso, aun que espero que pronto cambie su nombre por el de Claraconunpisodemorirse.
    Tu has empezado a ver Lost en París y yo empecé en Brooklyn (datos sin mayor importancia pero que quedan resultones).
    Un beso desde la más absoluta de las histerias.

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