viernes, 18 de noviembre de 2011

Au hasard I

La gente me dice que actualice este blog. Que no cuento nada de París. Que luego cuando quiera acordarme y sea vieja no tendré este recuerdo aquí publicado y no podré mirarlo, como miro a veces el fotolog y me acuerdo de cuando tenía quince años. Y eso que ni siquiera soy vieja. Cuando sea vieja no me acordaré de esta dirección y a lo mejor ni existe internet... y todas las páginas se codificarán extrañamente y tendremos que ir a revelar páginas web al vips (porque se extinguirá internet pero el vips nunca jamás).
Pero bueno, a petición de esa gente que me lee (¡hola mamá!) contaré algunas cosas de París.

París es una ciudad de Francia situada bastante al norte pero no tanto como Amiens (cosas que aprendí estudiando gótico, gracias a Aguirre o La Cólera de Dios) lo que quiere decir que hace mucho fgío. Pero que mucho mucho fgío. Y como somos estudiantes, nos da miedo poner la calefacción por si la factura sube a precios astronómicos con lo cual vivimos en congelación bebiendo té todo el rato. Y esto, en realidad, es bastante horrible porque cuando te despiertas en tu cama con el edredón de ikea (nivel 5) porque te haces pis (perdón, te orinas) y tienes que atravesar la era glacial del pleistoceno para ir a la toilette que se encuentra fuera de tu casa, te dan ganas de llorar. Un día me desperté a las 3 de la mañana en esta situación y me volví a dormir hasta las cinco sólo por no enfrentarme a esta hazaña digna de El último superviviente. Pero bueno, el fgío es muy bueno para que no salgan arrugas.

No sé por qué he contado esto como dato más importante de la vida en París. Han ocurrido cosas más trascendentales como que he aprendido a cocinar. O por lo menos a sobrevivir con la comida que yo cocino,  lo cual es de vital importancia porque si no me habría muerto de inanición y no lo he hecho. ¡He aprendido a hacer lentejas! (las personas que sepan hacer lentejas sabrán que no tiene ningún merito, pero cuando yo hice mis primeras lentejas me quedé alucinada de que supieran a lentejas, en fait, y las personas que nunca han hecho lentejas se quedan muy sorprendidas ante este hecho).

Pasan cosas muy bizarras en París. En la cremaillere que hicimos en casa mi amiga Clara se rompió la nariz y tengo un brócoli de peluche. Es una gran historia la del brócoli, pero como siempre, las grandes historias son difíciles de contar y no importa mucho que no cuente esas en este blog, porque para las grandes historias tengo buena memoria. Como cuando llegamos y nos dedicábamos a ir por las cintas del metro acosando a la gente o la imitación de la avestruz que ataca a la niña (http://www.youtube.com/watch?v=Lj9OaF2vqQA&feature=player_embedded) de hoy tomando una cerveza en una happy hour (api auer). Para esas cosas no me hará falta irme al vips a revelar este blog.

París me encanta.

Muchos besos, me voy volando tirurí
(visitad mi otro blog, el serio, que es mejor)

PD: En París hay polis en biciiiiiiiiiiiiiii jajajajajjajajajajajajajajajajajajajajjajajajajaja

1 comentario:

  1. Te equivocas en un monton de cosas. El Vips quiza sea eterno en Madrid, pero los madrileños teneis el tremendo defecto de creer que lo que pase en Madrid es lo que pasa en toda españa , pero no. Aqui quebró, o lo quitaron, o lo que fuera, pero ya no está. Se fue como se iran otras muchas cosas. Y aunque para ti , ciertas cosas, parecen tan evidentes, basta recorrer unos kilometros para darte cuenta que las respuestas cambian. (Tambien las preguntas como bien dice el gran Albert).
    Te equivocas en el hecho de que no se puede echar de menos a alguien que no conoces. Sí se puede. Y del hecho de que unas lentejas no tienen mérito, cuando es el mayor de los logros.
    Este blog sera una feliz nostalgia, porque aunque no lo creas, esas pequeñas anecdotas que ya te parecen tan cotidianas , dentro de no tanto te pareceran las mejores de tu vida. Lo que ahora crees que durara siempre se acabará, igual que internet, el fgio, el Vips, las dudas o el silencio.
    Disfruta de la mejor epoca de tu vida, yo mientras tanto, seguiré leyendo.

    ResponderEliminar